QUE LA LLUITA MAI MORI PASTORA!!+Video de familas de presos

Avui dia 25/04/2020 fa un any que la Pastora Dominga Gonzalez ens deixava, ella va ser una gran lluitadora per la llibertat i la dignitat, especialment per aquelles persones privades de llibertat i mare de Xose Tarrio pres llibertari.

L’any passat la recordàvem posant el seu nom a una plaça del barri de Vallcarca, aquest any ens haguera agradat recordar-te en un dia de lluita en aquella plaça, on també recordar les persones preses, especialment en aquesta situació.

A TERRA ELS MURS DE LES PRESONS!

Col·lectiu Anticarceràri Fuig

Carta de una compañera anarquista a Pastora

A nuestra querida compañera Pastora.

Hoy, 25 de abril, hace un año exactamente que partiste.

Tú, de corazón valiente y luchador, dejaste en mi y en muchas de nosotras una profunda pena al conocer la noticia, pero a la vez, unas ansias incontrolables de seguir luchando.

La lucha que has llevado durante más de 20 años contra las cárceles y la crítica a todo el sistema que las sustenta y las necesita, por la dignidad de las personas presas, por el reconocimiento del asesinato “por cárcel” de tu hijo y de lxs hijxs presxs de las otras madres; el ímpetu colectivo en “Nais contra a impunidade”, donde te dejaste, día tras día, junto a tus grandes compañeras, la piel por visibilizar las injusticias que suceden en prisión, esa gran lucha que llevaste a cabo, esa gran lucha por la libertad…

Como suelo decir, eres y seguirás siendo un referente político en la lucha anticarcelaria para muchas de nosotras. Recuerdo la primera vez que nos conocimos, cómo entraste por la puerta, con tu gran presencia, cómo te mirábamos a los ojos y veíamos unos ojos llenos de humildad, de dolor y rabia y a la vez de coraje, determinación y actitud. Y cómo ese brillo de tus ojos era el motor de nuestra lucha para no desistir ni rendirse en el intento, por mucha miseria humana que existiera. Ese brillo de tus ojos fue lo que marcó un antes y un después, fue lo que me hizo decirme a mí misma “no puedes rendirte jamás, si no lo ha echo ella aun”. Y así partiste, sin dejar morir la lucha.

Durante este año, hemos rozado en diferentes ocasiones la ventisca que produce la muerte y el sistema represor que tan profundamente odiamos y hemos conseguido levantarnos con aun mas valentía y coraje del que teníamos. No hemos dejado de recordar esos momentos contigo y esa energía que tanto te caracterizaba, y con la que nos llenaste de fuerza.

Quería contarte, compañera, que a día de hoy, en las cárceles , se están viviendo momentos de mucha tensión. Revueltas en todo el mundo inundan las prisiones y una vez más hemos visto y vivido cómo la mentalidad de las instituciones penitenciarias no ha cambiado, se nutre del sufrimiento y el dolor, recortando derechos fundamentales en lugar de dar la libertad, encerrando y aislando en lugar de preocuparse por mejorar las condiciones de vida de lxs presxs. Nosotras sufrimos, como sufrías tú, Pastora, por todas esas noches de encierro y de impotencia, nos preocupan las madres presas sin poder estar con sus hijas, las personas presas sin poder acompañar a sus familiares en estos momentos de incertidumbre, las personas que necesitan estar acompañadas y no lo pueden estar porque están decidiendo por ellas que lo mejor es seguir encerradas, aun más encerradas. Pero por suerte aun vemos reflejos de humanidad y dignidad, de lucha y coraje y no solo de esos presos y presas que han decidido plantarse sino que como tu, Pastora, las personas cercanas también están ahí, para reivindicar y luchar por la dignidad de sus seres queridos. Creo que ellas, igual que nosotras, tenemos cosas en común, como el no soportar ver las injusticias de este sistema clasista, en el que esa parte de la sociedad más privilegiada genera dolor y sufrimiento en otra parte de la sociedad.

Decirte también que sigues presente en las brechas que generamos y a día de hoy, con la situación que vivimos y que están viviendo en las prisiones las personas encerradas dentro de esos muros de miseria, recordamos tus palabras como si estuvieras aquí mismo: “Los muros de la prisión tienen que venirse abajo, las cárceles tienen que desaparecer, no podemos cerrar los ojos a toda esta brutalidad, ¡hay que seguir luchando compañeras!”

Y desde aquí, en este mes de abril, te escribo para recordarte, para recordarnos que no debemos olvidar todo lo que aprendimos de nuestros muertos porque nadie muere hasta que no se le olvida.

De una asturiana a una gallega,

con amor

Expresiones punitivas en la emergencia de la COVID-19. Paz Francés Lecumberri 20/04/2020

«La naturalización del encierro en el abordaje de esta y futuras pandemias nos llevará a una concepción de la libertad que necesariamente se transformará y será transformada», reflexiona la autora.

 

Son muchas las dimensiones desde las que se puede analizar esta emergencia de la COVID-19: económicas, culturales, geopolíticas, desde la biopolítica, desde los feminismos… como excelentemente y en tiempo record han hecho, entre otros, Agamben, Butler, Preciado, Galindo (1) o Jiménez Franco. Yo quisiera centrarme exclusivamente en una dimensión muy concreta, en la dimensión de la respuesta punitiva a este acontecimiento y en un lugar específico, el Estado Español, si bien algunas de las reflexiones bien puedan servir para otras realidades territoriales.

Trataré de exponer cómo, a mi parecer, se relacionan algunas de las decisiones para el abordaje de la emergencia de la COVID-19 con la cuestión del abordaje del delito, de la pena y más ampliamente con la cultura sociopolítica basada prácticamente en exclusiva en lógicas del castigo y sus dispositivos. Creo que pensar la cuestión desde esta perspectiva es fundamental ya que los abordajes a esta emergencia se están dando desde este lugar, es decir, desde las prácticas que ya tenemos como sociedad. Con estas prácticas, con estas herramientas, estos bagajes, son con los que estamos tortuosamente transitándola (Así también Rodríguez Alzueta). La pregunta que me hago es: ¿acaso era/es posible otro modo de afrontar la pandemia al modo en que lo estamos haciendo? Considero que la respuesta es negativa porque las medidas que se han adoptado para afrontar esta crisis –en sus distintas dimensiones– no son casuales. Son simplemente el reflejo y resultado de la sociedad que tenemos. De las prácticas sociales que concurren en la respuesta a la COVID-19 algunas son más evidentes y otras no tanto. Nombraré y ejemplificaré aquellas prácticas sociales que se pueden reconducir en sentido amplio a expresiones punitivas y su presencia en la respuesta a esta crisis, apuntando algunas semejanzas o relaciones entre la respuesta a la emergencia y esas lógicas punitivas. En este sentido quisiera mencionar la concurrencia tanto de prácticas punitivas horizontales, es decir, entre miembros iguales de la sociedad basadas fundamentalmente en la cultura de la delación (que se enmarcan en el llamado control social informal) y las verticales o estatales, más claramente enmarcables en prácticas de castigo, abuso y hostigamiento –control social formal–.

La primera expresión que tiene una relación estrecha con el abordaje del delito es el manejo del miedo. El miedo a la pena, a la cárcel, al crimen, a la policía es un elemento fundamental de lo punitivo. De este modo lo punitivo utiliza el miedo en distintas dimensiones. El miedo a la exclusión social de las personas y la posibilidad de ser etiquetadas en la categoría de delincuentes para someterlas a su control. También se usa el miedo al crimen y al criminal y a lo diferente, fomentando en el común de la gente una alarma permanente para justificar el castigo y el control que conlleva. Por último se encuentra el miedo a la pena, la pura retribución, que como teoría preventiva justifica la existencia misma del castigo. En la emergencia de la COVID-19, el miedo está siendo también una parte nuclear al menos en tres dimensiones: el miedo a enfermar, el miedo a ser sancionado y el miedo a ser etiquetado no por delincuente sino por irresponsable. Estos miedos nos llevan a otras expresiones punitivas: el manejo del concepto “del otro”, el lenguaje de la guerra y la exacerbación de las sanciones. Me detendré en ellas.

El concepto de otredad está siendo manejado de forma muy evidente en esta crisis. Del mismo modo que el estigma recae en el delincuente y desde ahí se establecen las diferencias entre quienes cumplen las leyes y quienes no, entre quienes están presas y quienes están libres, entre víctimas y delincuentes, etc; en esta emergencia el binarismo está extremadamente presente y todos los días acontecemos en los medios de comunicación a todo un elenco de casos que da cuenta de distintos ejemplos de personas incumplidoras e irresponsables. Es más, en las ruedas de prensa diarias de actualización de la situación ‘sanitaria’ el espacio para expresar los datos policiales de personas incumplidoras, sancionadas o detenidas es enorme. Se ofrecen datos específicos sobre actuaciones policiales que dan cuenta en detalle de los números pero también de actuaciones irresponsables atribuyendo en muchos casos características concretas a las personas que desobedecen. En contraposición se hiper elogian los comportamientos ejemplares de la policía y de personas “cooperadoras” con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, estableciendo claras líneas divisorias en los atributos de unas personas y otras.

El lenguaje de guerra, no solo porque son mandos policiales quienes tienen una presencia indiscutible en esta emergencia ‘sanitaria’, sino porque se ha extendido a toda la población, nos lleva también a ciertas semejanzas con los lenguajes político-sociales de abordaje del delito (3) (4). La «guerra contra el virus», «la guerra contra la pandemia», «derrotaremos al virus», «héroes y heroínas de esta batalla» o «ganaremos la batalla al virus» son algunas de las expresiones que emulan las bien extendidas de «guerra contra el crimen», «guerra contra las drogas», «guerra contra el delincuente», «la batalla contra los agresores»…  La puesta en escena militar, en sí mismo el despliegue militar –y por supuesto policial– en todos los municipios como nunca antes se había visto en democracia, hace de esta emergencia una cuestión de orden público de primer orden y como tal se está abordando. Esto es una realidad a la vista de los acontecimientos. Frente a los comportamientos «irresponsables», expuestos del modo descrito por los altos mandos de las Fuerzas de Seguridad del Estado y también por  medios de comunicación, la canalización para una indiscutible sanción es perfecta. Se debe decir que las posibles sanciones a imponer por no cumplir con las restricciones del Estado de alarma en España son las más altas de todo Europa y que es el país que, hasta el momento, y con los datos que se conocen, más sanciones –y más duras– ha impuesto de los países de nuestro entorno más cercano. En ningún momento se planteó que pudiera ser posible apelar a la responsabilidad y razonabilidad de las personas en el cumplimiento de las medidas impuestas y que la policía sirviese al interés de que las personas, en caso de salir, fuesen dirigidas a sus casas. Se decretó el estado de alarma y en el Decreto se remitió para la imposición de las correspondientes sanciones a lo dispuesto en las leyes. ¿Qué leyes son esas? Básicamente la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, bien conocida como Ley Mordaza. Desde el principio se escucharon voces advirtiendo que no era automático encajar las conductas de incumplimiento de las medidas de restricción del confinamiento a los supuestos de desobediencia de la Ley de Seguridad Ciudadana y menos todavía a un supuesto de desobediencia del Código Penal. Hace pocos días así lo ha mostrado la propia Abogacía del Estado cuestionando las multas por desobediencia si no hay una advertencia previa del agente y la persona no atiende a la advertencia. Sin embargo, cada día se sancionan a más de 20.000 personas con multas de entre 600 a 30.000 euros y cientos son las detenidas. ¿Nos estamos parando a pensar detenidamente en la gravedad de esta situación?

El Ministerio del Interior, a pesar de las objeciones jurídicas que se suscitan en la aplicación de la Ley de Protección de Seguridad Ciudadana, ha dado instrucciones internas para que se utilice para sancionar a las personas incumplidoras prioritariamente esa ley “ya que es un instrumento ágil”. Esto lo dice el mismo ministro –Fernando Grande-Marlaska– que hace pocos meses anunció que una de las prioridades del Gobierno era derogar la Ley Mordaza. Pero no se trata solo del número de sanciones y personas detenidas, se trata también de los abusos de poder que están ejerciendo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, del escarnio público al que someten a muchas personas a las que se les para, supuestamente saltándose el confinamiento. Estos hechos han sido algunas veces filmados y por ello conocidos. Casos de violencia extrema de la policía deteniendo a una mujer que corría por su ciudad mientras los vecinos vitorean la hazaña; violencia frente a personas que van en bicicleta; violencia frente a chicas y chicos jóvenes que están en la calle, violencia frente a personas con claros signos de sufrimiento mental… y los casos no son pocos. Por tanto, en esta emergencia, como en el abordaje del delito, también están presentes, las más claras y oscuras prácticas de hostigamiento, tanto por el número de sanciones como por la forma de intervención.

Otra dimensión punitiva que quería mostrar es la práctica del ‘chivato’, la del ‘policía de balcón’, la del ‘vecino’, la de ‘la vieja del visillo’, es decir, las prácticas de delación, cualquiera que sea el nombre que le queramos dar. Estas prácticas que parecían mayormente desterradas de nuestras vidas, están emergiendo de forma importante: personas que llaman a la policía porque hay una persona paseando, porque ha sacado tres veces al perro, porque están unos niños jugando en las zonas comunes del edificio, porque la vecina ha tenido visita de la familia, gritos desde los balcones con insultos a quienes van por la calle o gritos de “vete a tu casa”, “irresponsable”.

Otras se expresan poniendo piquetes en los accesos a pueblos, para blindar el municipio. Estas lógicas punitivas que antes denominaba horizontales, entre iguales, están adquiriendo una relevancia particular en el mantenimiento del miedo, del control, en posibilitar la intervención de mecanismos punitivos formales y lejos de ser expresiones solidarias, como se trata insistentemente de transmitir por los medios de comunicación, no son más que la expresión informal de un ejercicio de autoridad, en este caso de quienes se consideran que tienen la autoridad moral frente a quienes incumplen y la más antigua forma de escarnio público.

Para ir finalizando quisiera terminar con la expresión tal vez más evidente de la relación entre las prácticas punitivas y el abordaje de la crisis: el uso del encierro. Es sorprendente cómo se ha asumido que la solución a la crisis sanitaria sea el encierro, habiéndose dado una normalización nunca antes conocida de la contención y distanciamiento del cuerpo como solución a una emergencia. Es más, estamos ante el desarrollo del autoencierro o autoconfinamiento «por responsabilidad». Así, del mismo modo que la cárcel es comprendida por sus defensores como un mal necesario, también el encierro, la cárcel-casa, es un mal necesario debido al virus. De este modo, el encierro en las casas es entendido como algo irrefutable, incuestionable mientras no haya una alternativa, del mismo modo que la cárcel es irrefutable no teniendo –“por el momento”, se suele decir– alternativas. Sin embargo, ni se puede afirmar que el confinamiento ha funcionado –está funcionando– y mucho menos que la prisión esté siendo la solución a la criminalidad. La naturalización del encierro en el abordaje de esta y futuras pandemias nos llevará –nos está llevando– a una concepción de la libertad que necesariamente se transformará y será transformada.

Ello, pienso que inevitablemente, tendrá una incidencia en la comprensión de la pena privativa de libertad en el largo plazo. Veremos de qué modo. Son distintas las voces que consideran que esta situación puede ser un punto de inflexión para que comience un proceso empático con las personas presas e incluso para que se den transformaciones en la pena privativa de libertad donde se amplíen derechos. Yo no soy tan optimista más allá de que las nuevas tecnologías se introduzcan en las prisiones y/o en nuevas formas de castigo, pues lo carcelario está muy consolidado. No obstante, habrá que intentarlo y aprovechar esta emergencia en ese sentido. Lo que sí se puede decir hoy mismo es que la cárcel y otros espacios de encierro parecen menos irrefutables que ayer (5). En el Estado Español prácticamente se han vaciado los CIE y se han dado excarcelaciones de personas presas, lo que nos pone de frente a la realidad de que se está utilizando el mecanismo de la prisión y en general del encierro (6), más de lo que tal vez sea necesario, es decir: hay opciones de excarcelación y de semilibertad en casos donde, hasta hace pocas semanas, no se veían. Es cierto que el Estado Español ha excarcelado a pocas personas presas, lo cual está siendo denunciado por colectivos sociales. Sin embargo, en todo el mundo, se están dando excarcelaciones masivas sin objeciones porque es la recomendación dada por la OMS y el Consejo de Europa.

Para conluir, quisiera nombrar la importancia de los medios de comunicación en la transmisión de todas estas lógicas sociopolíticas, en la deformación de la legalidad y en la exacerbación del autoritarismo y la mano dura: exactamente igual que frente al delito.

Como decía al inicio del texto, estamos transitando esta emergencia con las prácticas que tenemos como sociedad y algunas de ellas están tristemente emergiendo con una gran clarividencia. Con todo lo anterior, aceptar y naturalizar la práctica del aislamiento como medida-solución, aceptar y naturalizar la suspensión de derechos fundamentales en nombre de la emergencia y aceptar y naturalizar la ocupación del espacio público por la policía no es un buen síntoma y debe ser revisado siempre. Por supuesto, no se trata –no es lo que se está tratando de decir aquí– de irracionalmente considerar que no hay que tomar medidas ante una situación de pandemia. En lo que se insiste es en evidenciar algunos de los elementos de por qué no se ha respondido de otro modo a la pandemia, en repensar las medidas adoptadas y sus consecuencias cuando queda implicada la afectación de derechos básicos. Hemos cedido sin apenas preguntar y desde el miedo prácticamente todos nuestros derechos fundamentales. ¿Dónde están los límites? ¿Hasta dónde estamos dispuestas a renunciar? Evidenciarlo nos puede permitir pensar en cambiar otras formas de abordaje de emergencias en el futuro –porque vendrán– y esto es siempre rico y necesario y no una “irresponsabilidad”.

 Sin embargo, me temo que más bien al contrario, esta circunstancia se está aprovechando para componer consensos amplios que refuercen precisamente estas lógicas, sentando las bases con las respuestas de hoy, para todas aquellas que puedan venir mañana y peor todavía que esas lógicas y prácticas se sigan perpetuando en el resto de espacios y de toma de otras decisiones, siempre permeables al concepto del castigo y todo lo que a él es inherente.

*Paz Francés Lecumberri es profesora contratada doctora (interina) de Derecho Penal en la Universidad Pública de Navarra y miembro de Salhaketa Nafarroa.

(1) Una compilación de artículos publicados por estos autores y otros, sin perjuicio de otras publicaciones que han hecho después se puede encontrar en el trabajo colectivo Sopa de Wuhan. Pensamiento contemporáneo en tiempos de pandemias, Ed. ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio), 2020.
(2) Rodríguez Alzueta, Esteban: Delación social y policiamiento de la cuarentena, en el seminario virtual Pensar la crisis. El Estado y la comunidad frente a las emergencias, organizado por la Asociación pensamiento penal.
(3) Diego Zysman Quirós en el seminario virtual Pensar la cárcel después de la pandemia, organizado por la Asociación pensamiento penal, 14 de abril 2020.
(4) Santiago López Petit en El coronavirus como declaración de Guerra, en: Sopa de Wuhan, Ed. ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio), 2020, p. 55.
(5) Brandariz, José Ángel, en el seminario virtual Pensar la cárcel después de la pandemia, Organizado por la Asociación pensamiento penal, 14 de abril 2020.
(6) Sobre los CIE y su vaciamiento y su impacto futuro se expresa Ana Ballesteros Pena en el seminario virtual Pensar la cárcel después de la pandemia, Organizado por la Asociación pensamiento penal, 14 de abril 2020.

¿¡SANIDAD ENTRE CUATRO MUROS!?

Las torturas y vejaciones se han convertido en la idiosincrasia propia de los centros penitenciarios, y es que, no nos engañemos, la cárcel por sí misma enferma y asesina. Son muchos los determinantes que conllevan al mal estado de salud de las personas presas, lo que, sumado al mayor riesgo de padecer enfermedades infecciosas, inmunodepresoras o crónicas, termina derivando en un elevado índice de problemas relacionados con la salud mental que llevan, en última instancia, al suicidio.

Por lo tanto, podemos decir sin temor a equivocarnos que es sabido por todxs que los llamados derechos humanos, sí, aquellos que nos son inherentes por el mero hecho de serlo, resultan claramente vulnerados dentro de las prisiones, donde las personas deben convertirse en basura, si bien no reparan en esfuerzos para que así lo creamos. Por ello, si ya contábamos con que el trato que reciben las personas presas es denigrante, aún lo es más ahora, precisamente cuando, como sociedad, nos enfrentamos a uno de los momentos más proclives a desembocar en una crisis sanitaria sin precedentes, que en verdad ya nos encontramos.

Ante este escenario, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha decidido priorizar medidas tales como el mayor aislamiento de las personas presas, quienes se han visto obligadas a suspender sus visitas programadas y a permanecer en celdas individuales. Así mismo, se ha recurrido a denegarles cualquier tipo de permiso que pudiera corresponderles. Es decir, en lugar de adoptarse nuevas medidas que contribuyan a revertir la tan acusada falta de personal sanitario en prisión, y con ello, a una mejora en la calidad de vida de las personas presas, se ha optado por establecer toda una serie de medidas restrictivas, dentro de un régimen que de por sí lo es.

El nuevo COVID-19 se propaga con mayor velocidad que la que utiliza un halcón peregrino cuando se lanza en picado a por su presa, lo que implica que, una vez este llame a las puertas de las prisiones, arrasará con quien se le ponga por delante. Y es que, no estamos segurxs de que esto causase el tan famoso efecto mariposa, pero sí lo estamos de que provocaría un demoledor efecto dominó. Una epidemia lanzada al otro lado de los muros supone una masacre en tanto que las personas presas, y la vulnerabilidad que trágicamente les acompaña, configuran un objetivo preciso para el desarrollo de esta enfermedad.

Sin embargo, hemos de dejar de anticiparnos y de presuponer, pues, muy a nuestro pesar, ya es un hecho: «El coronavirus ha invadido las cárceles». La vida nuevamente nos golpea con una sutil ironía, ¿cómo es posible que los gruesos muros de las prisiones, aquellos que parecen infranqueables vistos desde dentro, hallan resistido tan débilmente a la amenaza de un virus?

Teniendo en cuenta el contexto que nos rodea, podemos confirmar, que al menos 300 internxs se hallan en estado de cuarentena dentro de las prisiones españolas, constatando, además, la muerte de una mujer de 78 años, que bien podría haberse encontrado sometida al arresto domiciliario contemplado en sus recurrentes leyes…

En definitiva, tal y como muchas de las personas presas ya vienen reivindicando por medio de diferentes medios de lucha, como huelgas de hambre o motines, desde diferentes colectivos anticarcelarios y organizaciones proderechos humanos se viene denunciando y exigiendo, tanto al Ministerio de Interior como a Instituciones Penitenciarias, que se tomen medidas de urgencia para paliar los efectos resultantes de la imposición del estado de alarma en las prisiones. Para ello se critican las diversas medidas de aislamiento, los cortes de las comunicaciones con los familiares y amigxs, la falta de prevención, análisis, así como la notoria ausencia de personal y recursos sanitarios, y se piden a su vez, medidas tales como la excarcelación inmediata, en especial la de aquellxs enfermxs graves o la de aquellxs que sufren patologías mentales. De manera que se les trate por lo menos mientras dure la pandemia en centros médicos fuera de la prisión donde se asegure los cuidados y no prime la seguridad y el régimen punitivo de la prisión .Necesitan trato humano y no castigo. De confinarse, mejor en casa, con lxs suyxs, paliando de este modo la tortura a la que aboca el aislamiento en las circunstancias descritas (ya de por sí durísimas), y descongestionando la misma reclusión, cruenta y degradante, que se vuelve más en estos momentos.

VER ENLACE CON EL VIDEO DE LOS SOLIDARIOS
https://drive.google.com/file/d/1FLaCHI1mwo8LkUoxzI5ZCvNVquai_TTN/view

¡PORQUE NO QUEREMOS MÁS MADRES O PADRES LLORANDO A SUS HIJXS PORQUE MURIERON DE CÁRCEL!

¡LUCHA PARA CON LXS PRESXS!

Article original al web https://solidariosdelasanidad.blogspot.com/2020/04/los-solidarios-cuidados-y-atencion-no.html

Mesures urgents per a la prevenció de la Covid-19 a les presons.

Aquests punts, que presentem aquí, creiem que d’alguna manera reflecteixen la urgència de buidar immediatament les presons per tal de minimitzar els riscos de contagi de la COVID-19 en aquests centres, tant per a les persones preses com per a    les persones dels seus entorns.

No entenem una vida digna dins els centres de privació de llibertat (presó, CIE, centres de menors) però encara menys amb les mesures imposades pel confinament. Donada l’excepcional conjuntura, cal analitzar la situació de les persones tancades, i poder garantir el seu dret fonamental d’accés a la salut, un dret que ja de per si, abans de la crisi de la Covid-19, no es prestava amb les condicions mínimes; per això creiem fermament que l’única possibilitat de garantir aquest dret es fora d’aquests espais.

Això ho diem quan observem el superpoblament d’alguns d’aquests centres, amb unes
característiques físiques que de ben segur impossibiliten el manteniment de la distància mínima recomanada, molts presos i preses viuen compartint cel·les, la quantitat enorme d’espais comunitaris que propicien la transmissió o com la prohibició de vis a vis, de locutoris i de paqueteria; tenint en compte que alguns d’aquests drets restringits són tan necessaris com vitals per a les persones tancades. Per un altre costat ens segueix sorprenent la restricció dels locutoris, ja que no implica el contacte directe amb persones externes com sí que ho és l’entrada dels carcellers i carcelleres, sent el principal vector de transport del virus dins els centres.

Argumentant-nos en diverses fonts exigim:

1 – Excarceració immediata de les persones amb més de 65 anys i amb greus malalties
per constituir grup amb doble risc.

2 – Excarceració immediata amb l’aplicació dels articles 104.4 i 196 RP de totes les persones amb malalties cròniques i/o incurables. Ja que, a més de formar part d’un col·lectiu vulnerable, han de poder ser tractades i cuidades dignament, situació particularment difícil amb l’estat actual de les presons.

3 – Excarceració immediata de les persones amb patiments psicològics i patologies duals, i ingrés si fos necessari en centres especialitzats, traspassant els seus tractaments a professionals de l’àmbit de la salut psicològica i mental. Les condicions d’empresonament, sumades a les actuals faltes de comunicacions, vis a vis, locutoris i l’augment de les mesures d’aïllament, afecten molt negativament sobre el seu estat de salut, augmentant el risc de sofrir greus crisis i sent un risc per a les seves pròpies vides.

4 – Excarceració de població preventiva, de mares embarassades i/o amb fills menors de tres anys. Encara que l’arrest domiciliari o la llibertat provisional haurà de ser decidit pel Jutge del qual depenguin, exigim a la Secretaria General d’Institucions Penitenciàries i a tots els Jutges que competeixi (Jutjats Penals i Jutjats de Vigilància Penitenciaria) al fet de revisar les situacions en les quals aquestes possibilitats han d’articular-se en la situació excepcional en la qual ens trobem i que així ho comuniquin.

5 – Progressions a tercer grau per motius humanitaris i de dignitat personal. Després de la reforma del 2015, el Codi Penal (CP) atribueix l’adopció d’aquesta mesura al tribunal o jutge de vigilància penitenciària. Del mateix temps, també té la competència per a la concessió de la llibertat condicional humanitària de l’article 91 CP, per la qual cosa exigim a l’Administració penitenciària que avaluï tals casos i insti a l’òrgan judicial a la seva adopció.

6 – Excarceració de les persones classificades en segon grau amb condemnes de poca durada, i compliment del règim obert fora dels establiments amb les possibilitats que la normativa penitenciària preveu. Referent a això, la Secretaria General d’Instituciones Penitenciarias (SGIP) té a la seva mà la progressió al tercer grau a través dels articles 86.4 i 100.2 del Reglament Penitenciari. el 100.2.

7 – Tancament immediat i alliberament de les persones que es troben dins els CIE’s, i
excarceració immediata de les persones que es troben als Centres d’Inserció Social.

A la nova situació provocada per la Covid-19, és necessari afegir el dèficit estructural de l’atenció sanitària dins les presons que s’arrossega des de fa anys: el 41,6% de les places de metges i metgesses dins les presons no estan cobertes, així com la pràctica nul·litat d’especialistes en atenció psicològica. Cal esmentar que la majoria de la població carcerària es troba greument afectada per malalties que per un costat són fruit de la pobresa i l’exclusió social, i de l’altre costat, són causa del mateix  desenvolupament de la vida dins les presons (entorns de gran estrès amb un consum massiu de psicofàrmacs), que crea i amplifica diversos patiments sobre les ja  deteriorades condicions de salutd’algunes persones.

Així doncs, un altre cop, exigim al col·lectiu de sanitaris dedicat en l’àmbit penitenciari i al Col·legi de metges en general que, davant de l’actual situació es reconegui la seva incapacitat per assegurar el dret a la salut a les presons, ens semblaria incongruent un altre tipus de posicionament i la manca d’aquest. Els hi reclamem que com a mínim donin suport i pressionin amb les mesures d’excarceració proposades, i que no tolerin les violacions de drets i els maltractaments. Així com a les associacions de psiquiatria i neuropsiquiatria, tant de dins les presons com en general, que han de vetllar per tractaments dignes i més humans.

També al posicionament dels col·legis d’advocats en garantir i pressionar pel compliment efectiu de les demandes de l’OMS, l’ONU, CPT i el Síndic de Greuges i a les mesures proposades per a l’excarceració de quantes més persones preses es pugi. Creiem que existeixen prou recursos per pronunciar-se a favor de les mesures proposades per diferents associacions i organismes institucionals. A més a més, s’ha de tenir en compte que l’excarceració d’una part de la població penitenciaria és una  mesura que en molts estats europeus i no europeus estan adoptant ja, com Itàlia, Alemanya, França i Regne Unit. Tenim l’exemple de la creació d’un model per a preventius per a facilitar la feina, argumentat en l’Alt Comissionat de les Nacions Unides per als Drets Humans, la OMS i el Consell d’Europa.

No volem oblidar el pèssim paper que la Conselleria de justícia de la Generalitat de
Catalunya i la Secretaria de Mesures Penals, Reinserció i Atenció a la Víctima estan realitzant a través de les seves iniciatives. No ens volem estendre massa a fer un recull d’aquestes, però ens sembla irrisori el repartiment de 230 mòbils per a una població reclusa total de 8.391 persones repartides en 9 centres i els 205 mòbils per a les  50.000, aproximadament, persones preses del territori Espanyol, així com la presència de personal penitenciari durant les converses telemàtiques, fetque vulnera el dret a la  intimitat. De les poques mesures que van encaminades en buidar les presons, i per tant realment minimitzar riscos per les persones preses, familiars i personal penitenciari, és posar en arrest domiciliari al 70% de les persones classificades en regim de semillibertat; no podem entendre com no s’arriba ja al 100%, o com de les 101 persones en article 100.2 R.P. només s’han valorat positivament 15 casos.

PER SALUT, PER SEGURETAT, PER HUMANITAT, ES NECESSITA BUIDAR ELS
CENTRES DE PRIVACIÓ DE LLIBERTAT
#DDHHenPrision

COORDINADORA ANTICARCERÀRIA CATALUNYA
La Corda-Grup Anticarceràri del Camp de Tarragona
Grup de Suport a Presxs de Lleida
Grup Suport Amadeu Casellas
Col·lectiu Anticarceràri Rossinyol (Girona)
Antirepre Mataro
Familiars de Presxs de Catalunya
Col·lectiu Anticarceràri Fuig (Barcelona)

Fonts:
Defensor del Pueblo https://www.defensordelpueblo.es/noticias/mas-millar-quejas-covid-19/
Sindic de Greuges http://www.sindic.cat/site/unitFiles /6989/S_15817_2020_consellera.pdf
APDHA https://www.apdha.org/mas-de-20-organizaciones-solicitan-medidas-urgentes-ministerio-interior-e-instituciones-penitenciarias/
Comisario NNUU Derechos Humanos https://www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=25745&LangID=E
Comunicado SPT https://www.ohchr.org/Documents/HRBodies/OPCAT/AdviceStatePartiesCoronavirusPandemic202 0.pdf
Observatori Europeu de Presons http://www.prisonobservatory.org/upload/03042020European_prisons_during_covid19.pdf
Model de revisió de la situacio de les persones preses preventives http://www.salhaketa-nafarroa.com/2020/04/revision-de-la-situacion-penitenciaria-de-personas-presas-peventivas/

[13-03-2020] Comunicado de Amadeu Casellas

Salud compañeros-as:
Bueno, increíble de nuevo estos políticos catalanes, más bien embusteros, nos han cortado las comunicaciones de vis a vis con nuestras familias alegando que nos podemos contagiar de coronavirus.
Como se puede ser tan embustero y ruin , lo que han hecho es robarnos un derecho fundamental y jodernos un poco más, tanto a los presos como a los familiares, para que todo el mundo se entere aquí, en esta cárcel Brians I como en el resto de cárceles, entran en tres turnos más de 300 carceleros, educadores, psicólogos, técnicos de los talleres, cocineros, mantenimiento, etc.. como se puede ser tan cínico y embustero, decir que nos prohíben de manera arbitraria estar con nuestras familias, parejas o amigos por nuestro bien y por otro lado entran y salen cientos de personas de la cárcel , como son tan cínicos e hipócritas darnos un papel con las medidas que tenemos que tomar si nos obligan a vivir hacinados. no nos dan jabón para las manos, bueno.. ni para ducharnos, no nos dan mascarillas ni guantes.
Pero no acaba aquí , estos cientos de personas que entran y salen de esta cárcel tampoco disponen en la entrada ni en la salida de la cárcel de ningún tipo de material de desinfección, yo en particular e iniciado una huelga de hambre por estos abusos cometidos por unos personajes que dice ser democráticos, que respetan los derechos de las personas y quieren la independencia. Aquí en Brians I ya somos unos cuantos.
Y animo a todos los presos y familiares, amigos, parejas que protesten contra estos abusos ahora que los presos políticos salen todos los días nos cortan las comunicaciones, me avergüenzo de ser catalán y pertenecer a una sociedad de conformistas mientras nos pisotean.
Los derechos no se aplican, se luchan.

Amadeu Casellas
Día 13/03/2020
Centro de exterminio Brians I.

Extret de https://www.llibertatamadeu.org/2020/04/08/13-03-2020-comunicado-de- amadeu-casellas/

 

¡NO ESTÁIS SOLAS!

Hoy día 11 de Abril, llevamos un mes en “estado de alarma”, del cual dos semanas en confinamiento total. Realmente es poco el tiempo que llevamos en él, pero la sensación es que llevamos mucho más; no paran de pasar cosas constantemente.
A nosotras toda esta situación solo hace que confirmarnos lo inhumano y depravado que es el sistema capitalista en el que vivimos. Nos confirma lo poco que importamos realmente a los políticos y a las empresas que dominan la política, y lo mucho que prefieren el dinero ante nuestra salud. Una vez más se ve lo mucho que la sociedad depende y delega en las estructuras del estado las decisiones de nuestra vida, como si nosotras no fuéramos capaces de hacerlo.”¿Si no nos podemos gobernar a nosotras mismas, cómo nos van a gobernar?”

Articulo completo en https://suportpresxslleida.noblogs.org/post/2020/04/11/no-estais-solas/

Revisión de la situación penitenciaria de personas presas preventivas

Organizaciones de defensa de derechos humanos reclamamos que, para minimizar las consecuencias de la crisis del Covid-19 para la población penitenciaria, entendemos necesario que se revise la situación de las personas privadas de libertad en situación preventiva:
Incentivamos a los y las profesionales de la abogacía que soliciten a los Juzgados y Tribunales correspondientes la modificación de la medida cautelar de prisión preventiva, en base al siguiente argumentario:

  • La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, el 25/03/20 recomendó a los Estados a que adoptaran medidas urgentes para proteger la salud y la seguridad de las personas privadas de libertad, y para tal cometido, abogaba por la reducción de la población
    penitenciaria. La OMS y el Consejo de Europa el 23/3/20 habían realizado recomendaciones en el mismo sentido.
  • La Secretaria General de Mesures Penals, Reinserció i Atenció a la Víctima de Catalunya, el 31/3/20 anunció varias medidas con el objetivo de minimizar los impactos de la crisis sanitaria en la población penitenciaria, entre las que incluía la facilitación del acceso al tercer grado y la flexibilización, con los debidos controles, de los terceros grados otorgados, para que las personas condenadas, pudieran permanecer confinadas en sus domicilios.
  • El Síndic de Greuges de Catalunya, el 26/3/20 inició una actuación de oficio sobre las repercusiones de la crisis sanitaria en los centros de privación de libertad, siendo igualmente partidario de la facilitación del acceso al tercer grado.
  • La prisión provisional, como medida cautelar que es, debe guiarse por los principios de excepcionalidad y subsidiariedad, teniendo en cuenta su configuración de acuerdo con el artículo 5.3. del Convenio Europeo de
    Derechos Humanos (CEDH). Por otra parte, la administración penitenciaria es garante de la protección de la salud de las personas privadas de libertad. Dada la excepcional situación actual, hay que analizar la situación de las personas privadas de libertad, a la luz de su derecho fundamental a la salud, y estudiar la
    posibilidad de sustituirla por medidas alternativas menos gravosas, que puedan cumplir la misma finalidad.

Facilitamos un modelo de escrito por si puede ser de utilidad. Para descargarlo pincha aquí.

Instamos a los Juzgados y Tribunales que acuerden de oficio la modificación de la medida cautelar de prisión preventiva, atendiendo a las excepcionales circunstancias actuales, en base a la anterior argumentación, instando a la Fiscalía que no se oponga a la procedencia de su revisión.

Articulo original en: http://www.salhaketa-nafarroa.com/2020/04/revision-de-la-situacion-penitenciaria-de-personas-presas-peventivas/#more-2729

Publicació del segon butlletí Privació de Llibertat i Drets Humans per SIRECOVI

En aquest número, les dones són les protagonistes. També es parla de la gestió de la Covid-19 a la presó. Trobem aquest material de consulta i documentació molt interessant i útil per conèixer una de les múltiples realitats a les presons.

«La indiferencia del público, el silencio del mundo político y la mala voluntad de la administración constituyen una especie de permiso para ejercer un poder casi ilimitado para castigar a los desnudos, es decir, como un derecho a hacerlos sufrir.» [Didier Fassin, antropólogo francés , sociólogo y médico].

El trobareu en aquest enllaç

 

L’associació de Familiars de Presos de Catalunya expressa el seu descontent amb les suposades mesures aplicades des de la SGIP als centres penitenciaris

Aside

A l’atenció del Secretari de Serveis Penitenciaris de Catalunya,
FAMILIES DE PRESOS DE CATALUNYA vol posar-se en contacte amb vosté per manifestar el nostre pensament amb referència a les videotrucades que s’ han aprovat, per poder comunicar-nos amb els nostres familiars i tots i totes les internes de tots els Centres Penitenciaris de Catalunya.
Expresar el nostres descontent per manca d’organització, manca d’informació tant als presos com a les seves families, i el desordre amb els que s’estant produint les poques videoconferències que s estan portant a terme.
Volem denunciar:
1- La poca durada de les videoconferències.
2- La poca intimitat que tenim al parlar amb els nostres.
3- Perque les han de fer a trevés de vidre? Amb la distància i el vidre np s’escolta i fa que la comunicació sigui més difícil i menys fluida.
4- Perque no es respecten els mateixos temps a tots els Centres penitenciaris.
Per un altre vanda, les trucades gratuites que ens vau prometre a les familíes o el.levar el número de trucades, tampóc s’esta cumplint, tot el contrari, al haver-hi més trucades i un telèfon, no es respecten els temps i ens tallen les trucades.
Volem denuciar també el menjar; el menjar arriba tard i fred i molt just. Estan passant gana perquè molts presos no cobran i els que cobren no poden comprar perquè els economats estan tancats.
Les Families de Presos a Catalunya sabem prou be la decadència del sistema penitenciari, amb l’arrivada del Covid-19, es fa indispensable una reducció a la població Penitenciaria mitjançant les mesures no privatives de la llibertat como ha expresat el Consell de Europa i que s’ha aplicat a altres països:
– Persones majors de 70 anys.
– Persones amb malaties cròniques i/o terminals.
– Mares embarassades i amb fills menors de 3 anys.
– Presos que han accedit al permís i que ja conten amb amb un grau de confiança: els de 3er grau, el 100.2 (els que surten a treballar i els que surten a fer voluntariat).
– Presos que estan Preventius, sense ser jutjats.
Exigim la llibertat i condicions dignes i de prevenció per tots els presos que han de cumplir la seca condemna dins d’ aquests centres d’extermini.

Más de 65 organizaciones solicitan medidas urgentes al Ministerio del Interior e Instituciones Penitenciarias

(Articulo original en: http://www.salhaketa-nafarroa.com/2020/03/nota-de-prensa-mas-de-20-organizaciones-solicitan-medidas-urgentes-al-ministerio-del-interior-e-instituciones-penitenciarias/)

Pamplona, 16 de marzo de 2020. Esta mañana decenas de organizaciones han registrado un escrito ante el Ministerio del Interior y la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias solicitando “una serie de medidas urgentes para velar por los derechos fundamentales de las personas privadas de libertad”. Las organizaciones, entre las que se encuentran Salhaketa Nafarroa, Salhaketa Araba, Osabideak, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), el Observatori del Sistema Penal i els Drets Humans o la Coordinadora de Barrios, muestran su preocupación por “los efectos que puede tener el coronavirus en la salud y en los derechos de las personas presas”.

En el escrito remitido a la Administración penitenciaria al Ministerio dirigido por Grande-Marlaska se advierte que, según la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, un “servicio médico inadecuado dentro de prisión puede llegar a constituir un trato inhumano o degradante”. Por ello, señalan que “pueden darse situaciones en las que la correcta administración de la justicia penal requiera la adopción de medidas humanitarias tales como la excarcelación o la detención domiciliaria”. En ese sentido, apuntan que “nuestro ordenamiento jurídico, por ejemplo, cuenta con medidas alternativas a la privación de libertad dentro de prisión para aquellas personas enfermas o mayores”.

Por ello, dada la crítica situación de la asistencia sanitaria dentro de prisión y de los efectos que el coronavirus puede tener en una población especialmente vulnerable, las organizaciones han solicitado a la Administración Penitenciaria que, en primer lugar, “refuerce de inmediato las plantillas de personal sanitario dentro de prisión, así como que el aislamiento de las personas afectadas por el coronavirus se produzca en una instalación médica en lugar de una celda”. En segundo lugar, entre las medidas de excarcelación por razones humanitarias, solicitan “la excarcelación inmediata de internos enfermos graves y de más de 70 años por constituir un grupo con doble riesgo del mismo modo que el de la población preventiva estableciendo otro tipo de controles en caso de ser necesarios”. En tercer lugar, respecto a la comunicación entre familiares y personas presas, solicitan la “gratuidad de las llamadas telefónicas extras y el incremento de las comunicaciones orales ordinarias a través de locutorios”.

Asimismo, ante el anuncio de cancelación de todo tipo de comunicaciones realizado por el Ministerio de Interior “nos oponemos y solicitamos que se instale con carácter urgente un sistema de videollamadas en todas las cárceles entre las personas presas y las personas con las que realizan comunicaciones ordinarias”. Según las organizaciones, “no tiene sentido en estos momentos no implementar, también en las cárceles, las tecnologías de comunicación con las que cuenta el resto de la ciudadanía”.

Se trata, como señalan las organizaciones, de “adoptar medidas urgentes que eviten, por un lado, la propagación del coronavirus dentro de las cárceles y que, por otro, garanticen los derechos fundamentales de las privadas de libertad”.

???? Escrito dirigido al Ministerio del Interior, A/A Ministro Fernando Grande-Marlaska Gómez . Ver aquí.

???? Escrito dirigido a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, A/A Ángel Luis Ortiz González . Ver aquí.

???? Enlace para adhesiones: Pincha aquí.